Golden Cherry, es una empresa del Grupo de Caficultores Unidos, que emerge y se consolida para ofrecer un café con particulares notas aromáticas y un delicioso sabor, evocando todo un escenario lleno de aromas y sabores sin parangón, propios de un granum auri que, resguardado bajo una cierta cantidad de aceites esenciales, brinda sabores y aromas únicos.
El aroma es uno de los primeros elementos que percibimos del café. Su olor, según su procedencia, es muy característico e inconfundible, no obstante, existen cientos de matices que permiten diferenciar los distintos granos, según se origen, aportándole notas florales, cítricas, frutales, achocolatadas, avellanadas, acarameladas, azucaradas o bien especiadas.
Los cafés de origen etíope se distinguen por una fuerte presencia de notas florales, entre las que se destacan la flor del jazmín, el sauco, la lavanda y la flor de naranja.
Mientras que en los cafés de origen africano y latinoamericano el aroma predominante es el de frutas tropicales y cítricas, tales como el limón, el mango, la naranja, la piña, el melón, la parchita, la mandarina, el coco y la toronja.
No obstante, el aroma que despiden los granos de café, centro y suramericanos, presentan aromas permeados por ciertas notas achocolatadas con una fuerte presencia a frutos secos tales como la nuez, la avellana, el maní y, la almendra. Al mismo tiempo se pueden apreciar ciertas notas a fresas, moras, arándanos y frambuesas, que los convierten en unos de los granos más buscados por los amantes del café.
Resaltando dentro de éstos y de una forma muy particular, con un aroma y sabor inconfundible, algunos granos de origen centroamericano y africano que ofrecen una fuerte presencia a hierbas frescas y especias, como por ejemplo la menta, la canela, el té, la pimienta, el olivo y el anís.
Ese aroma inconfundible del café, que obliga giro y atención, hacia de donde provenga, se produce a través de su proceso de tostado. Ya que las semillas no tienen ese olor cuando se encuentran esperando su tueste, que se potencia con su molido. En otras palabras, sin tostado no existe café y de allí, los diferentes métodos para tostar los granos del café.
El aroma que despide el café cuando se tuesta está vinculado directamente a una gran cantidad de sustancias químicas presentes en el grano, que incluyen ácidos linoleicos, azúcares, proteínas vegetales, cafeína, aminoácidos, ácidos volátiles, compuestos nitrogenados, alcoholes y fenoles.
Sustancias todas que reaccionan a la presencia del calor en un proceso denominado “Reacción de Maillard”, en el que básicamente son convertidos en compuestos volátiles que generan los aromas característicos del café, como por ejemplo, la metilpiridina, las pirazinas, los furanos, las cetonas, el metilbutanal y las furanonas.
¡Y el sabor!, … es una sensación que se percibe directamente por el sentido del gusto y del olfato. Mediante cuatro sabores básicos, el dulce, el salado, el ácido y el amargo (aunque algunos científicos hayan descrito otros sabores como el umami, el astringente y el graso).
Para el café se distinguen cuatros sabores fundamentales y su preponderancia estará enmarcada en su origen. Un buen café es aquel donde los sabores se equilibran y ninguno predomina sobre el otro, sin embargo, existen cafés con características gustativas específicas que los hacen merecedores de premios a nivel mundial por su excelente calidad...
Uno de los sabores que más resalta en el café es el dulce y este se aprecia con más fuerza al inicio de los labios apenas ingresando a la boca. El sabor amargo se percibe en la zona posterior de ésta, mientras que el ácido se detecta en la parte frontal, así mismo existe algo denominado el regusto que es descrito como el sabor que permanece en el paladar después de tomar un sorbo.
El sabor dulce está relacionado con la cantidad de proteínas y carbohidratos presentes en el grano, mientras que el sabor amargo lo ofrecen la cafeína y los fenoles. En cuanto al sabor ácido, es potenciado por la presencia del ácido clorogénico, cítrico y tartárico, mientras que el sabor salado se debe a los minerales de calcio, potasio y fósforo.
Los sabores dulces más comunes del café son los que hacen reminiscencia a las frutas tropicales, al chocolate, a la miel, al papelón y a la manzana. En cuanto al sabor amargo, su presencia estará vinculada a la cantidad o tiempo de tostado, ya que mientras mayor sea este, mayor será la concentración de aceites naturales.
El sabor salado es uno de los menos apreciados en el café, pero existe en la medida que haya presencia de algunos minerales.
Por último, el sabor ácido se evidencia con fuerza en el café, gracias al ácido cítrico, málico, láctico y fosfórico.
Todos estos sabores están presentes en mayor o menor medida en el café dependiendo de su tipo, origen y forma de preparación.
Sin embargo, en algo que la mayoría está de acuerdo, es que no hay nada comparado al sabor de un buen café que, como tal, se ha convertido en una parte emocional clave de nuestras vidas, precisamente por ser la excusa ideal para tener y gozar de un tiempo agradable.
Golden Cherry, le ofrece eso y más a través de nuestros granos de café y de su tostado, pensando siempre en usted.